Con la llegada del frío las facturas de electricidad suelen dispararse, especialmente en hogares que dependen del uso intensivo de la calefacción. Sin embargo, existen muchas estrategias prácticas y sencillas que puedes implementar para reducir este gasto sin sacrificar el confort. Además, estas medidas también ayudarán a que tu casa sea más eficiente y sostenible a nivel térmico. En el post de hoy profundizamos en esas claves y te damos diez consejos útiles para conseguirlo. ¡Sigue leyendo!
1. Aprovecha la luz natural
La luz solar es una fuente de calor gratuita. Durante el día, abre las cortinas y persianas para dejar entrar la mayor cantidad de sol posible. Esto no solo ilumina tu hogar, sino que también contribuye a aumentar la temperatura interior de manera natural.
Consejo adicional: Invierte en cortinas gruesas y aislantes para las noches. Estas ayudarán a mantener el calor en el interior y evitar la pérdida de energía a través de las ventanas.
2. Aísla tu hogar de manera eficiente
El aislamiento es clave para evitar que el calor se escape de tu hogar. La falta de un buen aislamiento puede hacer que la calefacción trabaje más de lo necesario, incrementando el consumo energético.
– Revisa puertas y ventanas: Coloca burletes en las puertas y usa selladores para tapar cualquier fuga de aire alrededor de las ventanas.
– Aislamiento de techos y paredes: Si puedes, invierte en mejorar el aislamiento de paredes, techos o suelos. Aunque puede ser una inversión inicial, a largo plazo reduce significativamente el gasto energético.
3. Optimiza el uso de la calefacción
Para evitar gastar de más en calefacción, es importante optimizar su uso de manera inteligente.
– Regula la temperatura: Mantén la temperatura de tu hogar entre 19 y 21 ºC durante el día. Cada grado adicional incrementa el consumo de energía en un 7-10%. Durante la noche, puedes reducir la temperatura a 16-18 ºC, una temperatura adecuada para dormir.
– Uso de termostatos inteligentes: Un termostato inteligente te permite programar la calefacción para que se encienda solo cuando estés en casa y ajuste la temperatura de manera automática. También te proporciona informes de uso para que puedas hacer un seguimiento de tu consumo.
4. Ventila de manera eficiente
La ventilación es necesaria para renovar el aire y evitar la acumulación de humedad, pero si no se hace adecuadamente, puede generar una gran pérdida de calor. Aprovecha las horas del mediodía para ventilar tu casa durante 5-10 minutos. Así, renovarás el aire sin que las habitaciones pierdan mucho calor.
5. Uso eficiente de electrodomésticos y luces
Con el frío, solemos pasar más tiempo en casa y, por tanto, los electrodomésticos y luces están en uso por más tiempo.
– Cambia a bombillas LED: Las bombillas LED consumen hasta un 80% menos de energía que las bombillas tradicionales y tienen una mayor vida útil.
– Desconecta los electrodomésticos que no estés usando: Los aparatos en modo «stand-by» continúan consumiendo energía. Desconecta los dispositivos cuando no los utilices o utiliza regletas con interruptores.
– Electrodomésticos eficientes: Si es posible, opta por electrodomésticos con etiquetas de eficiencia energética A++ o superior. Estos pueden suponer un ahorro energético considerable a largo plazo.
6. Incorpora energías renovables
Si quieres dar un paso más hacia la sostenibilidad y el ahorro a largo plazo, la instalación de paneles solares fotovoltaicos es una excelente opción. Aunque la inversión inicial puede ser alta, el ahorro en la factura eléctrica a largo plazo y las subvenciones disponibles en muchos países hacen que sea una opción muy atractiva.
7. Usa alfombras y textiles térmicos
Las alfombras y cortinas térmicas no solo son decorativas, sino que también ayudan a conservar el calor en las habitaciones. El uso de textiles gruesos y bien aislados puede marcar una diferencia notable en la temperatura de tu hogar.
8. Aprovecha el calor residual
Cuando cocines o utilices el horno, deja la puerta del horno abierta al terminar (si es seguro) para que el calor residual se disperse por la cocina. También puedes dejar la puerta abierta del baño tras una ducha caliente para que el vapor caliente humedezca y caliente otras habitaciones.
9. Haz un mantenimiento regular de tus sistemas de calefacción
Asegúrate de que los sistemas de calefacción, como calderas y radiadores, estén en perfecto estado. Un mantenimiento deficiente puede incrementar el consumo de energía y reducir la eficiencia de los equipos. Realizar una revisión anual es clave para un funcionamiento óptimo.
10. Plantas en casa
Las plantas no solo purifican el aire, sino que algunas también actúan como aislantes naturales. Colocar plantas cerca de las ventanas puede ayudar a reducir las corrientes de aire frío y mantener una temperatura más estable en el interior.