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La vivienda según Maslow: un pilar para el bienestar humano

23 Sep 2024 | Blog

Seguro que has oído hablar alguna vez de la pirámide de Maslow ¿verdad? La teoría de la jerarquía de necesidades del psicólogo estadounidense Abraham Maslow es uno de los modelos psicológicos más influyentes para entender la motivación humana. Según esta teoría, las personas deben satisfacer una serie de necesidades básicas antes de poder abordar metas más complejas, como la autorrealización.

En este sentido, la vivienda juega un papel crucial, ya que está directamente relacionada con los niveles más bajos y esenciales de la pirámide: las necesidades fisiológicas y de seguridad. En el post de hoy queremos profundizar al respecto. Y es que en un momento en el que el acceso al mercado residencial no es fácil, al menos en las grandes ciudades españolas, la pirámide de Maslow sigue absolutamente vigente.

En la base de la pirámide de Maslow se encuentran las necesidades fisiológicas, que incluyen el acceso a alimentos, agua, aire y refugio. La vivienda, como refugio físico, es esencial para la supervivencia. Proporciona un espacio donde las personas pueden dormir, descansar y reponer energía. En este contexto, una vivienda adecuada es clave para mantener la salud física, ya que protege del clima, las enfermedades y otros peligros ambientales.

Sin embargo, la vivienda no solo responde a las necesidades fisiológicas. En el segundo nivel de la pirámide de Maslow, encontramos las necesidades de seguridad. Aquí, la vivienda adquiere una dimensión más profunda: un hogar no solo protege del entorno físico, sino que también ofrece un espacio donde las personas pueden sentirse seguras y estables. Una vivienda segura es un lugar donde las personas pueden evitar amenazas externas, como la violencia o la inseguridad, y donde se construye una sensación de tranquilidad y estabilidad emocional.

Cuando una persona tiene acceso a una vivienda adecuada, puede enfocarse en satisfacer las necesidades de niveles superiores en la pirámide. En el tercer nivel, encontramos las necesidades de amor y pertenencia, donde el hogar se convierte en un espacio de interacción social y familiar, un lugar donde se construyen relaciones significativas. Finalmente, en los niveles más altos, como la estima y la autorrealización, la estabilidad que brinda una vivienda segura permite que las personas puedan perseguir sus sueños, metas y el crecimiento personal.

En conclusión, para Maslow, la vivienda es más que un techo sobre nuestras cabezas: es un pilar esencial para el bienestar humano. Sin una vivienda adecuada, las personas no pueden satisfacer sus necesidades básicas y, por lo tanto, no pueden avanzar hacia el desarrollo personal pleno.